Salmoneras noruegas congelan inversiones tras propuesta tributaria del gobierno nórdico

La acuicultura de Noruega, el mayor productor de salmón en el mundo y principal competidor de Chile en ese mercado, pasa por una crisis histórica.

El gobierno nórdico propuso la introducción de un impuesto de 40% sobre los recursos de esta industria, anuncio que desencadenó caídas de hasta 30% en la bolsa de Oslo para las empresas del sector. A una semana de este acontecimiento, las grandes salmoneras noruegas –algunas de ellas con presencia en Chile– han congelado sus inversiones y cancelado la adquisición de concesiones.

Las compañías han señalado que, de concretarse este aumento en la carga tributaria, la tasa impositiva total llegará a 62% para las empresas acuícolas.

Si bien aún falta que el parlamento apruebe el proyecto, el plan del gobierno noruego es que el impuesto comience a regir el 1 de enero de 2023 para todos los volúmenes de producción superiores a cuatro mil o cinco mil toneladas.

Frenazos en la industria

Mowi, anteriormente Marine Harvest, es conocida como la salmonera más grande del mundo. La firma -que tiene operaciones en el sur de Chile- llamó al gobierno a reconsiderar su propuesta de impuestos.

“Una tasa de 62% pondrá fin a muchos planes de inversión significativos a lo largo de la costa noruega, llevando no solo a una menor cantidad de empleos locales, sino también a una desviación masiva de fondos lejos de las comunidades costeras”, dijo Mowi en un comunicado.

La salmonera dijo que haría uso de la cláusula por la que el país nórdico permite cancelar la adquisición de una cierta biomasa máxima permitida de producción (MAB). Así, la empresa echa marcha atrás en una compra de 914 toneladas MAB por un monto de 183 millones de coronas noruegas, alrededor de US$ 17,2 millones. “La propuesta tributaria del gobierno hace que ya no se justifique el precio de compra”, sostuvo Mowi.

Las tres compañías del sector que siguen a Mowi en tamaño, también anunciaron frenazos en sus inversiones.

SalMar decidió rescindir la compra de 1.223 toneladas por unos US$ 23 millones. En tanto, Leroy Seafood canceló la adquisición de 614 toneladas MAB por alrededor de US$ 11,6 millones.

Leroy también apuntó en un comunicado que congelaría su plan para aumentar la producción en la provincia noruega de Troms, el que ya estaba en curso y consideraba inversiones por cerca de US$ 40 millones.

Cermaq, subsidiaria de la japonesa Mitsubishi basada en Noruega, dijo que desde 2016 había invertido más de US$ 470 millones en Noruega y que la intención era realizar una inyección similar en los próximos años. No obstante, ante el posible cambio tributario, decidieron congelar este plan. Asimismo, cancelarán el pago de US$ 12,6 millones que habían realizado por concesiones.

“Desde 2014, la mayoría de las ganancias obtenidas por Cermaq Noruega han sido reinvertidas en nuestras operaciones. Aunque Cermaq también tiene vastas operaciones en Canadá y Chile, la mayoría de los fondos han sido invertidos en Noruega (…) No cabe duda de que la actual propuesta impositiva llevará a menos inversiones en Noruega y más afuera de este país”, afirmó la empresa en un comunicado.

Nordlaks, salmonera nórdica, también declaró que dejó de trabajar en un nuevo matadero y una fábrica, además de suspender “tres grandes inversiones en criadores terrestres”. La empresa dijo que, juntas, estas apuestas ascendían a 5 mil millones de coronas, más de US$ 470 millones.

Posición del gobierno

En una carta enviada al medio noruego Nettavisen para justificar la medida, el ministro de Finanzas, Trygve Slagsvold Vedum, escribió que ese país ya no tenía el dinero suficiente para ayudar a los ciudadanos con las facturas de electricidad, recibir a refugiados y cubrir los crecientes gastos en seguridad social.

“Necesitamos fortalecer la preparación frente a un mundo cada vez más incierto”, afirmó. El gobierno, identificado con la centroizquierda, también propone llevar estos aumentos tributarios a la industria energética.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la acuicultura ya ha llegado a representar el 49% de la producción mundial de peces y un 55% del abastecimiento para consumo humano.

En un análisis de esta industria, la clasificadora de riesgos Feller Rate señaló que la demanda global de salmón ha crecido un 46% en los últimos 10 años, por lo que se espera que en 2023 la acuicultura supere a la pesca de captura y que, en 2031, represente un 53% de la producción total del sector marino.